Por Laura Galiñanes
@lauragali2010
Sin lugar a dudas la responsabilidad de los buscadores de Internet sobre los contenidos de terceros, a los que conducen en sus búsquedas, genera uno de los debates más intensos y polémicos en la era de la información y de la comunicación.
Es bien sabido por todos que con el surgimiento de las redes sociales, y en particular de Internet, no sólo cambió el mundo de las comunicaciones; sino también el de las relaciones humanas.
Encontrar el equilibrio entre la libertad de expresión y el derecho a la privacidad es uno de los temas “protagonistas” por estos días.
Recientemente se abrió la polémica en Europa cuando un fallo obligó a Google a retirar los resultados de búsqueda que realizó alguien sobre una persona.
Sin embargo, nuestro país no se quedó atrás. La Corte Suprema de Justica de la Nación (CSJN) celebró una sesión pública en el mes de mayo en el marco del juicio iniciado por la modelo cordobesa, María Belén Rodríguez, contra los buscadores de Internet Yahoo y Google. La modelo acusa a los buscadores de subir contenidos online que la vinculan con la prostitución.
Cabe destacar que si bien hubo otros fallos sobre la materia, el caso de Rodríguez es el primero en llegar hasta el Alto Tribunal. En esa oportunidad, el Dr. Horacio R. Granero, director del Suplemento de Derecho de la Alta Tecnología y Presidente de Albrematica S.A –empresa editora de elDial.com – quién participo como “amigo del tribunal” (Amicus Curiae)- expresó que: “el hombre creó internet y tiene que ser capaz de resguardar de sus riesgos. No estamos cercenando ninguna libertad.”
Por el momento, existen dos posturas antagónicas que generan la discusión. Por un lado, la de aquellos que consideran que los buscadores tienen responsabilidad sobre la difusión de la información que publican en sus sitios. Porque los buscadores acceden a los contenidos subidos online por terceros, los indexan, y los ponen a disposición de los internautas. Por ende, estarían haciendo un tratamiento de los datos personales por los que deberían responder.
Por otra parte, de manera contraria, están los que señalan que no es responsabilidad de los buscadores filtrar el contenido de lo publicado ya que esto atentaría contra la libertad de expresión; y en todo caso se estaría poniendo en manos del buscador una decisión sólo reservada a la Justicia. Un dictamen que tiene que ver con arbitrar los derechos a la dignidad, la intimidad y la imagen.
En medio de esta controversia el desafió está en poder lograr un “buen” equilibrio entre la libre expresión y la privacidad. Sin ponderaciones de derechos. Impidiendo el daño de los datos sensibles inherentes a los individuos.