Tres claves que hacen de un comunicador un líder positivo
30 Abr
Por Ma. Soledad Goyanes
Un comunicador, en tanto profesional de la carrera de ciencias de la comunicación o afines, o cualquier persona que se inserte y desarrolle laboralmente en un espacio donde su función radica en “comunicar”, “expresar” o “hacer llegar a otros”, debe contar con determinadas herramientas y habilidades sociales que lo presenten como líder o voz autorizada.
Si lo analizamos desde el discurso de los medios de comunicación y los funcionarios políticos, en tanto grandes líderes de opinión que instalan y tratan continuamente temas de agenda, lo primero a remarcar es que deberían ser responsables con la información que manejan. Chequear una y otra vez las fuentes, estar interiorizados en las temáticas que tratan y, sobre todo, presentar un discurso claro.
Otra de las claves radica en generar empatía. Esto implica propiciar un buen clima donde, sin perderse los límites de quien ocupa cada lugar o rol, poder establecer un diálogo ameno y de proximidad. Pensemos en un candidato de determinado partido político en tiempos de campaña: si desea obtener votos dentro de la comunidad en la que se mueve y para la cual quiere ser electo, debería promover un vínculo de afinidad y confianza tanto hacia afuera como a través de los medios de comunicación. De este modo, entra en juego la creación de lazos desde lo emocional.
Finalmente, todo líder que se pretenda positivo debe promover una comunicación basada en la escucha, en el diálogo y el intercambio. Tanto o más valioso y conmovedor resulta el relato de una víctima de la violencia de género antes que la lectura de estadísticas sobre femicidios, que podemos escuchar en la televisión o leer en el diario.
Los relatos construyen día a día la realidad social en la que estamos inmersos. Un buen líder debería mediar y fomentar por medio del intercambio, la participación y el consenso.