Por Ma. Soledad Goyanes
A la hora de crecer y posicionarse en un rubro o sector, una empresa u organización, debería reparar en ciertos aspectos clave. Es indispensable, sobre todo, reparar en el público objetivo al cual nos dirigiremos, ya que al elegirnos nos posiciona una y otra vez. He aquí un punteo con algunos consejos a tener en cuenta:
Especificar la Misión, la Visión y los Valores:
Por un lado, la misión describe a qué se dedica la empresa u organización, es decir, su “razón de ser”. Comprende la cara visible frente al cliente o usuario, ya que a modo de carta de presentación nos cuenta cuáles son sus productos y servicios, a qué apuntan o en qué nos podrían ayudar.
Por su parte, la visión instala la pregunta acerca de cómo queremos vernos como empresa en los próximos años. Nos plantea, en el presente, las líneas de acción a seguir si queremos concretar en los años venideros esa imagen a futuro.
Por último, los valores encierran principios rectores que orientan el comportamiento de la empresa; es decir, las pautas que guían su accionar.
Crear una Identidad Visual:
Una vez definidos los objetivos, la misión, la visión y los valores, es preciso materializar dichos conceptos para interpelar a nuestros clientes o usuarios. Una forma de contarles quiénes somos, qué hacemos y cuáles son nuestros deseos es a través de la creación de un logo y slogan que identifique y represente nuestra marca.
Obviamente, que conocer nuestro público objetivo en sus gustos e intereses es crucial para pensar en una identidad de marca efectiva desde lo visual, y discursivo también. Aquí, deberíamos tener en cuenta las formas, los tamaños, los colores, la tipografía y la extensión.
Tanto el logo como el slogan deben vender nuestro producto y/o servicio a partir de las características o atributos por los cuales se diferencia de los demás, dentro del mismo mercado.
Precisar el Target:
Como venimos advirtiendo, el cliente o usuario juega un rol fundamental. Por un lado, porque tiene el poder de decir “No” a nuestros productos y servicios de un momento a otro, y por otro lado, porque si logramos seducirlo, eligiéndonos nos posiciona y nos permite crecer.
A la hora de hablar de target, es preciso reparar en el nivel socioeconómico y cultural, pero también es importante tener en cuenta los gustos, intereses y consumos de los usuarios.
Por ejemplo, pensar en los colores para el logo, si se trata de un perfil adolescente nos sugiere colores encendidos, mientras que un público adulto, probablemente será más receptivo a gamas que evoquen lo sobrio o discreto. Asimismo, desde lo discursivo, el tono de la comunicación no será el mismo en el primer caso, donde nos invita a conocer dialectos o modismos de los jóvenes de hoy, respecto al segundo que debería manejarse más desde el respeto y la formalidad.
Comunicación eficaz:
Resulta importante establecer objetivos relacionados a qué queremos comunicar, cómo vamos hacerlo y qué resultados esperamos obtener de esto. Es menester que los objetivos y metas puedan describirse y medirse. Por ejemplo, incrementar las ventas en un 20% en el plazo de tres meses.
Es conveniente pensar en objetivos alcanzables aunque sin dejar de ser entusiastas porque, después de todo, no deja de ser un negocio y un poco de ambición no viene nada mal!
Ser flexibles también es importante dado que en función de los resultados obtenidos, los objetivos pueden reformularse o ser reemplazados por otros.
Delimitar una Estrategia de Comunicación Online:
Hoy en día, atendiendo al lugar que ocupan las redes sociales en nuestro desarrollo personal y profesional, es clave diseñan un plan para posicionarnos en la web.
No puede faltar nuestra presencia en las redes sociales, que son muchas, y cada una tiene su particularidad para mostrar algo diferente de lo que queremos promocionar.
Todo pasa por y a través de ellas, difunden nuestras propuestas, y es el camino indicado para llegar a un gran público en muy poco tiempo, por ejemplo, por medio de concursos.